El Buen Trato en la familia y la comunidad se refiere a prácticas y relaciones de amor y respeto que se tienen consigo mismo y con los demás para ser niñas, niños y adolescentes más felices, creativos y con mayor posibilidad de llevarse mejor con sus padres, hermanos, abuelos, amigos y todas las personas con las que convivimos e interactuamos en una sociedad.
Aquí encontrarás información, actividades y orientación para conocer, aprender y practicar diferentes maneras de relacionarte y convivir en un ambiente lleno de armonía y seguridad, sintiéndote una persona protegida y acompañada:
A estas maneras de ver, entender y compartir la vida, les llamaremos las habilidades del Buen Trato, las cuales tienes que conocer y poner en práctica con tu familia, compañeras y compañeros de escuela y todas aquellas personas con las que convives todos los días.
Es sentirte protegido, aceptado, querido y saber que serás escuchado con la comprensión de no ser juzgado cuando expresas tus anhelos, deseos y experiencias de vida. Cuando te sientes seguro y protegido, es porque tienes personas con las que creas lazos de amor, afecto, cuidado, confianza, aprecio y reconocimiento.
Conocerte es saber cómo eres, cómo piensas, qué te gusta, cómo reaccionas cuando las personas dicen algo que te hace sentir bien o mal. Conocerte te ayuda a formar la imagen que tienes de ti, cuanto valoras lo que eres y puedes hacer.
Esta habilidad nos da la posibilidad de cultivar la autoconfianza, el auto-respeto y la autoestima, y crear relaciones basadas en el reconocimiento amoroso mutuo y de buen trato con uno mismo o misma y con los integrantes de la familia, compañeros y profesores de la escuela, las amigas, amigos y los vecinos. Es el valor que le das a una persona por su forma de ser, sus acciones, sentimientos y lo que hace por los demás.
Aquello que te ayuda a decir y compartir lo que piensas, sientes, y haces, así como enterarte de lo que piensan sienten y hacen las otras personas. Saber escuchar es estar atentas y atentos a los diferentes lenguajes: corporal, gestual, gráfico y verbal que empleamos para enterarnos de las necesidades emocionales, corporales, de seguridad, de atención, intereses, creencias y sentimientos cuando estamos dialogando y comunicándonos con nuestra familia, amigos y personas con las que interactuamos.
Es una habilidad que nos ayuda a convivir de manera tranquila y respetuosa con tus padres, hermanos, primos, tíos, abuelos, amigos y vecinos, aís como a enfrentar y manejar los problemas en el respeto mutuo, tratando de no hacer daño, ni dañar a los demás, estableciendo un diálogo, claro y sincero. Es aprender a tomar y respetar acuerdos, siendo flexibles, comprendiendo las diferencias de pensamiento e ideas, así como identificar nuestras propias emociones y sentimientos.
Saber hacer amigos, compartir con ellas y ellos lo que sentimos, los juegos, la escuela, es llevarte bien con tus familiares, profesores y vecinos. Consiste en formar y mejorar las redes de afecto, soporte emocional por lo que es muy importante promover ambientes donde estén presentes los cuidados, la protección y los buenos tratos que dan sentido a la existencia personal, familiar, y social.
Es la base de la convivencia pacífica, nos ayuda a reconocer las necesidades, sentimientos y expectativas de otras personas para diferenciarlas de las propias, saber negociar las necesidades y tolerar la frustración cuando no son satisfechas para uno u otra persona, los sentimientos no son expresados en forma asertiva o se trata de imponer las ideas.
Consiste en ayudar a las personas y hacerlas sentir bien, sin esperar nada a cambio, a través de acciones de ayuda mutua, apoyo, cooperación, corresponsabilidad y solidaridad, tanto con uno mismo como con las demás personas, son las conductas y actitudes que guían a la búsqueda del bien común, en situaciones cotidianas, difíciles o de emergencia. También considera el saber cuidar y proteger a la naturaleza, nuestra casa, la escuela, la colonia o comunidad donde vivimos.
Aceptar que las personas no piensan, sienten y hacen las cosas como yo; que hay personas diferentes a mí. Es una habilidad que nos apoya para aceptar, tratar con bondad, respeto y comprensión las ideas y formas de pensar de las personas, incluso cuando se está en desacuerdo con sus opiniones, creencias y valores, lo que implica considerar las diferencias de raza, género, edad, etnia, credo, discapacidad e ideología.
Ser responsables de lo que hago, respetar las reglas que hay en mi casa, en la escuela y en los lugares o personas con las que convivo. Consiste en poner en práctica las normas, valores o principios morales y de convivencia que se dan en la familia, la escuela, la comunidad y en la sociedad, basado en los buenos tratos.
Disfrutar la vida con una sonrisa, ser alegre y positivo para resolver los problemas Esta habilidad nos da la oportunidad de tener una actitud optimista, serena y de tranquilidad, aligerando la vida misma, ya que nos ayuda a disminuir las tensiones, superar las circunstancias estresantes y devolvernos una perspectiva positiva.
Saber lo que quiero ser de grande y agradecer a mi familia, amigos y personas que me quieren que esten conmigo viviendo el presente y mirando hacia un futuro. Nos ayuda a encontrar el “para qué” frente a diferentes circunstancias de vida y de actuar sobre la realidad para transformarla.
Los interesados se pueden vincular por medio de los canales de afiliación dispuestos en este portal, por intermedio de un asesor de buen trato y en las campañas promocionales que se adelanten en entornos comerciales, educativos y sociales.
Pueden ser parte de esta red todo el grupo familiar, estudiantes, profesionales o trabajadores independientes, empresarios, gerentes de empresa o servidor público, para lo cual adquiere una membresía solidaria.
Conoce más sobre nuestras estrategias para mitigar conductas que atentan contra la dignidad de las personas. Pueden ir desde conflictos leves a situaciones de acoso, acoso laboral, sexual, por razón de sexo, por orientación sexual, por identidad de género, ciberacoso y violencia de género.